Son aves acuáticas, muy buenas buceadoras, muy fáciles de ver en lagunas, lagos, embalses y bahías, e incluso en cunetas de caminos, siempre que haya profundidad para bucear. Es excepcional verlas caminando, rara vez lo hacen, su andar es torpe y erguido, dado que sus patas están situadas muy detrás. Vuelan de noche, al colonizar nuevas lagunas.
Su cuerpo es rechoncho, su plumaje es compacto y satinado, siendo su coloración parduzca, más clara en la zona ventral (tornándose gris plateada e incluso moteada) y su garganta es negra. Sus alas son cortas y su cola rudimentaria. A diferencia de otros Macás, no presenta ni penacho auricular ni semicopete. Sus patas presentan 4 dedos lobulados. Su pico es corto y cónico (lo que basta para separarlos de los patos, que poseen un pico ancho y chato), de color claro, con un anillo negro.
Cambian su plumaje en época Nupcial, su corona y dorso se vuelven negruzcos.
Son excelentes buceadoras, obtienen todo su alimento bajo el agua, que consiste en pequeños peces, moluscos, larvas, crustáceos e insectos acuáticos. Ante situaciones anormales, pueden sumergirse por períodos prolongados para aparecer luego en un lugar distinto y más seguro.
En su nidificación muestran singularidades, siendo el cortejo nupcial muy sofisticado. Construyen su nido siempre flotante y lo construyen anclado a plantas acuáticas. Al abandonarlo, lo cubren con plantas, logrando así que los huevos se incuben sólos, como los reptiles.
Los pichones son nidífugos, esto quiere decir que son capaces de nadar y bucear recién nacidos, ya que nacen “vestidos con su plumón”. No obstante, suelen viajar más cómodos en el lomo de sus papás.