La Garza Mora (Ardea cocoi) es natural de América del Sur y América Central. Excepto por los muy altos Andes, habita en la mayor parte de América del Sur, incluyendo la isla de Trinidad. Algunos jóvenes extraviados llegan hasta las Malvinas. Al norte, su ubicación incluye el Darién y se le ve hasta el Canal de Panamá. Normalmente se mantiene desde el nivel del mar hasta los 1200 metros de elevación. En ciertos lugares se le documenta hasta los 3000 metros. Estas aves son sedentarias. Aunque los jóvenes del año hay veces se desplazan a lugares remotos, se estima que los adultos no migren. A estas garzas las encontramos pescando en las orillas de los ríos y estuarios de agua dulce y salobre. La temporada de cría de esta ave varía de acuerdo a la localidad. Al principio de la primavera se les ven construyendo los nidos. Anidan solitarias y en colonias. El nido lo construyen de ramas sobre los árboles y arbustos. La nidada usual consiste de tres huevos color celeste con pintas blancas. La incubación toma de veinticuatro a veintiséis días. La garza mora se alimenta de peces, ranas e insectos acuáticos. Pesca parada en la orilla de los depósitos y cursos de agua. Es activa durante las veinticuatro horas del día. Excepto por el extremo norte de su ubicación, donde también habita la Garza Ceniza que es de similar tamaño, la Garza Mora es la especie más grande de su familia en la mayor parte de América del Sur. Ardea cocoi logra entre 1.00 y 1.30 metros de longitud. Los colores básicos de esta ave son blanco, gris y negro, pero la naturaleza los ha combinado de tal forma que la primera vez que vimos una de estas aves fue impresionante su atractivo. Las garzas de por sí son muy elegantes, sin embargo, ésta tiene un aire aristocrático y a la vez agradable que es poco común en el reino animal. Durante el celo la base del pico y las patas se tornan rojizos, y la sección entre los ojos y el pico se vuelve azul.